Residuos urbanos
Casi 23 millones de toneladas de residuos urbanos en 2004. Son los últimos datos de los que dispone el Ministerio de Medio Ambiente, pero reflejan un aumento constante de la generación de residuos urbanos cada año. Así, sólo desde el año 2000 los residuos urbanos se han incrementado en casi 4 millones de toneladas, al tiempo que crece también la cantidad de basura que genera cada habitante diariamente. De los 1,2 kilos al día que generaba un español en 2000, se pasó en 2004 a 1,4 kilos de media, siendo los gallegos los que menos residuos generan (0,9 kilos al día), y canarios y baleares los que más (2 kilos).
Estas son algunas de las cifras que perfilan el diagnóstico de la situación actual de residuos urbanos y al que el Ministerio de Medio Ambiente quiere poner remedio con el Plan Nacional Integrado de Residuos (2007-2015), que mañana se presentará a las comunidades autónomas en el marco de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, que se celebra en Sevilla.
Un documento en el que se reconoce que la tendencia creciente de generación de residuos urbanos no es sostenible en el futuro; que la mayor parte de los residuos que se generan en España aún van a parar a vertederos (52%); que existe todavía un déficit de instalaciones para tratamiento de residuos y que la recogida selectiva de ciertos residuos, aunque ha aumentado en los últimos años, es aún insuficiente.
Por tanto, se impone una revisión de los objetivos de reciclaje y valorización (que no acaben en vertederos), de acuerdo a la directiva europea, y se insiste en la necesaria prevención de la generación de residuos urbanos.
Reutilización
En el primer caso, el Plan Nacional Integrado de Residuos recoge cotas de valorización global de los residuos de envases del 70% en 2009, y del 90% en 2012, de todos los envases puestos en el mercado. Esto puede hacerse mediante la reutilización o a través del uso de los materiales como combustible (valorización energética). Hay que decir que, frente a muchos países de nuestro entorno, que prácticamente hacen de la reutilización de los envases una forma de vida, en nuestro país «es un hecho el desinterés, cuando no la pura oposición, de los sectores productor y comercializador, por esta práctica», según se recoge en el documento.
Por eso la nueva regulación recoge valores de reutilización, que para los canales de distribución de hoteles, restauración y catering (canales Horeca) van del 50% para la leche y el vino, por ejemplo, pasando por el 60% para las aguas envasadas, y llegando al 80% para las bebidas refrescantes y la cerveza. En el resto de canales de consumo, este porcentaje será del 15%. Esto será de obligado cumplimiento en 2011. Siguiendo la regla que últimamente está poniendo en práctica el departamento que dirige Cristina Narbona de predicar con el ejemplo, antes de 2009 se obligará a todas las administraciones a adquirir productos, en especial alimentos líquidos, en envases reutilizables en todas sus dependencias o servicios.
Pero no hay mejor residuo que el que no se genera. En este sentido, el Ministerio de Medio Ambiente espera reducir en un 10% los residuos generados en 2010, y en un 20% cinco años después. No se dice cómo. Se supone que algo tendrán que ver los objetivos de reutilización antes citados, pero nada se dice sobre la reducción del peso de los envases -el objetivo hasta el momento era reducirlo en un 10%, pero las organizaciones ecologistas coinciden en que esto no se ha cumplido- ni se menciona el envoltorio superfluo, fuente principal del aumento en la generación de basura y que en otros países, como el Reino Unido, está provocando campañas en contra de los productos que llevan capas y capas de envoltorio, redescubierto ahora como un nuevo soporte publicitario.
Bolsas reutilizables
Como ayuda adicional para conseguir este objetivo de reducción de residuos se plantean además otras medidas. Así, se reducirá el uso de bolsas comerciales de distribución fabricadas con materiales no biodegradables. Como objetivo último se establece la sustitución de al menos un 70% de bolsas no biodegradables por biodegradables de aquí a 2015. Una medida aplaudida por los productores de papel y rechazada por los fabricantes de plástico. Asimismo, se promoverá el uso de bolsas reutilizables en comercios y grandes superficies. Este gesto supone dejar de emitir a la atmósfera 8 kilos de CO2 al año.
Además, se pretende la reducción en un 50% de los residuos de papel y cartón originados en la propaganda comercial no solicitada, distribuida mediante buzoneo, a partir de 2012. En este sentido, el ministerio se compromete a adoptar una norma reguladora de la publicidad no solicitada susceptible de generar residuos.
Asimismo, Medio Ambiente propondrá un modelo de tarificación de la tasa municipal de basuras, cuyo importe será directamente proporcional a la cantidad de residuos urbanos generados.
ARACELI ACOSTA. MADRID.
Fuente: Diario ABC.